Otro ciudadano famoso
de este hermoso pueblo es el beato
Rubén López Aguilar
(nacido en Concepción el 12 de abril de 1908, muerto asesinado en Barcelona,
España el 5 de Agosto de 1936). El joven Rubén sintió vocación al sacerdocio
desde temprana edad y entró al postulantado el 2 de diciembre de 1930 en la
ciudad de Bogotá ingresando al noviciado el año siguiente. Durante la guerra
de 1933 entre Perú y Colombia participó como enfermero en el Hospital San
Rafael de Pasto, demostrando su gran
corazón y generosidad. Fue seleccionado para viajar a España para
perfeccionarse en el arte de la enfermería. Allí se dedicó al estudio y a
las labores en un sanatorio a 30 kilómetros de Madrid, en Ciempozuelos.
Lamentablemente la estadía de Rubén López Aguirre coincidió con el periodo
más cruento de la historia española caracterizada por una horrorosa
persecución contra los católicos, por parte de los comunistas, masones y la
extrema izquierda. Desde 1936 hasta 1939, los comunistas españoles
asesinaron a 4,100 sacerdotes seculares; 2,300 religiosos; 283 religiosas y
miles de laicos. Fue así que a principio de 1936 se le solicitó dejar el
sanatorio junto con otros compañeros antioqueños y les obligaron desplazarse
hacia Barcelona, viaje que terminó con su desaparición. Aparentemente debido
a fútiles dudas respecto a sus cedulas y pasaportes (entregados oficialmente
y legítimamente por aquel entonces embajador de Colombia en España) fueron
parados por la milicia comunista, torturados y asesinados. Su cadáver fue
posteriormente encontrado e identificado con el número 4198. Fue beatificado
por Juan Pablo II junto con los otros seis compañeros de la comunidad de San
Juan de Dios, en Roma el 25 de Octubre de 1992.
Casa natal de Rubén López Aguilar, al lado de la iglesia en Concepción, Antioquia
